Pido perdón por haber estado alejada del blog durante más días de los que acostumbro. Pero era una necesidad. La necesidad de atender, y dar las gracias, y contestar, y sentirme totalmente emocionada con la cantidad de gente que se ha apuntado y se ha interesado por el nuevo curso «Proyecto Photoshop» que comenzará el día 3 de mayo ¡Gracias!
Dicho lo cual, paso a mostrar el resultado de uno de los múltiples experimentos con los que disfruto como una niña. Ya sabemos que la profundidad de campo, no es ni más ni menos, que la zona en la que quedan correctamente enfocados los elementos que componen una imagen. Y ya sabemos también, que es tremendamente importante este concepto y manejarlo con soltura, ya que la atención del sujeto que mira la imagen, de dirigirá a la zona que no esté borrosa, y sí bien enfocada. Y por supuesto, sabemos además, que la profundidad de campo no solamente depende de la apertura del diafragma, sino también de la distancia a la que se sitúe la cámara del objeto a fotografiar, y de la distancia focal de la lente que utilicemos.
¡Voy al grano! Muchas veces leemos la teoría, sin tener muy clara la práctica, así que teniendo en cuenta que hice estas fotografías con un objetivo de focal fija de 85 mm (lo que quiere decir que la profundidad de campo será menor que con un objetivo de menor distancia focal) y que situé mi cámara muy cerca del sujeto a fotografiar (lo que también quiere decir que la consecuencia sería menor profundidad de campo si cabe) os muestro el resultado obtenido con diferentes aperturas de diafragma.
¡Para verlo un poco más claro! (o más borroso, según se mire…)
Fijaos en la imagen obtenida con una apertura f1.8: lo único que ha quedado correctamente enfocado es el extremo de la goma naranja a la altura del cierre, incluso el maíz resulta desenfocado. Por lo tanto, por mucho que mi maravilloso objetivo pueda alcanzar dicha apertura, no siempre es conveniente.
Fijaos también en la obtenida con una apertura f3.2: la imagen es más nítida con este objetivo en esta apertura determinada que con el resto de aperturas.
Fijaos además, en que según se va cerrando la apertura del diafragma, los puntos de luz que se reflejan en los botes de cristal se hacen cada vez menos borrosos, y dan como resultado luces demasiado altas.
Fijaos finalmente en la diferencia entre la primera y la última imagen: la profundidad de campo es un recurso compositivo fundamental.
Yo voy a seguir fijándome. Seguro que sigo descubriendo cosas…
Muy buen artículo…
Mira que yo llevo años intentando aprender a hacer buenas fotografías 😉 pero y el concepto de profundidad de campo y el de distancia focal, etc. he llegado a entenderlos (aunque no siempre los tenga en cuenta a la hora de componer mis fotos) pero tengo un gravísimo problema con distinguir entre aperturas cerradas y abiertas… no sé si será por mi pequeña dislexia pero ¡¡que lios me hago con las aperturas abiertas (1.8??) y cerradas (22??)!!
Creo que esta siempre será mi asignatura pendiente en el mundo de la fotografía jajaja
Pues tú piensa que los que han inventado este tipo de cosas, lo único que querían era darse importancia, y cuando lo lógico sería que un número bajo correspondiese a una apertura más cerrada, ellos lo hicieron al revés para fardar… Una tontá, pero útil para recordar…
¡Un abrazo y suerte con las fotos!
Muchas gracias por el truco 😉 y por quitarle importancia ji ji ji
Sónia, tus tutoriales son magníficos. Siempre al grano, grano. Jjjjj.
Genial Sonia!! Estas nociones básicas me vienen genial, lo entiendo mejor así!!
Subo y abro sin ton ni son, sin saber exactamente donde conseguir la imagen mejor!!
Me ha encantado!!!
Gracias guapa!!!
Si me que gustó el tutorial, es muy bueno. La idea de tomar fotos sin mediar un poco de lo que se hace, es muchas veces la realidad de los que somos tomamos fotos y creemos que están bien.
¡Me alegro mucho de que te haya gustado! Y muchísimas gracias por tu visita al blog ¡Un saludo!