Era muy difícil rechazar la oferta. Se trataba de ir a Berlín por la mañana, y volver más o menos a la misma hora del día siguiente. Y no puedo, lo siento, no puedo evitarlo: poner los pies y los ojos en una ciudad desconocida, nuevos sitios, nuevos platos y nuevas gentes es mucho más fuerte que mi siempre corruptible y facilona voluntad.
Aterrizamos en Berlín entre nubes, en un día gris y húmedo. A pesar de lo tristón del día salimos inmediatamente a la calle en busca de un restaurante donde nos sirvieran lo típico: unas cervezas y unas “salchichen” (no tengo ni idea de alemán, del “guten morgen” no paso). Y es cierto, el mito es cierto. El tamaño de las cervezas era descomunal ¡y nosotras que buscábamos unas cañitas! Tuvimos por fin nuestras “bratwurst” (el término correcto para buscar unas salchichas, por supuesto no el mío), un estupendo “sauerkraut” (chucrut), una buena ensalada, y lo que más me gustó: unos panes riquísimos entre los que había unos pretzel crujientes y tiernos a la vez, calentitos y con su puntito de sal. Una delicia (Queda pendiente: buscar la receta).
Como soy una adicta al chocolate, en cuanto descubrí una preciosa tienda donde vendían toda clase de trufas, bombones y tabletas, decidí gastar mis pocos euros allí. (¡Que felicidad no andar con el cambio de moneda!) Resultado: tableta de chocolate con pistachos (rica), y tableta de chocolate con bayas de pimienta rosa (muy rica y un pelín picante).
Después de un día tipo japonés (enclave turístico, foto, enclave turístico, foto…), volví a mi casa con la siempre muy agradable sensación de que descubrir platos hasta el momento desconocidos es una manera de viajar y de explorar otras culturas y países.
Y ésta es la única conexión que he encontrado para presentar la receta que sigue. Imposible, por mucho que busque, Alemania y Ras el Hanout no riman.
Más Ras el Hanout, sin ser cus-cus.
CAKE DE NUECES Y ACEITUNAS NEGRAS
Ingredientes:
3 huevos
150 gr de harina
½ sobre de levadura
100 ml de aceite de oliva virgen
125 ml de leche
100gr. de queso emmental
sal y pimienta
50 gr de nueces ya peladas
75 gr de aceitunas negras deshuesadas
½ cucharada de Ras el Hanout
Precalentamos el horno aproximadamente a 180 grados. Ya sabemos que el horno de cada uno sólo lo conoce cada uno.
En un recipiente grande batimos los huevos, y los trabajamos con la harina a la que habremos añadido la levadura, la sal, la pimienta y ras el hanout.
Templamos la leche con el aceite de oliva y lo incorporamos a la mezcla anterior. Añadimos el queso rallado, las nueces y las aceitunas cortadas por la mitad.
Vertemos la masa en un molde de cake. No hace falta engrasarlo. Lo metemos en el horno durante unos 45 minutos o hasta que este cocido.
Resulta buenísimo acompañado de una ensalada verde, y además es polivalente. Lo mismo sirve para una comida, un aperitivo, o un picnic.
Tengo unos moldes pequeñitos de cake que son geniales. Como en realidad podemos utilizar la misma receta para muchos cakes diferentes, hago una misma base, la separo en 3 partes iguales, y le añado distintos ingredientes. Podéis ponerle lo que más os guste. En lugar de nueces, aceitunas y ras el hanout, escabeche y pimientos del piquillo, y en el tercero tomates secos, mozarella y orégano fresco. ¡Estupendo!
Auf Wiedersehen!!!
Making off del blog:
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